– Funcionalidad: La decoración de un dormitorio debe ser pensada para adaptarse a todas las necesidades de quienes lo utilizarán, prestando una especial atención para que éste sea práctico y cómodo.

– Armonía: La función de cualquier dormitorio es, en primer lugar, proveer un ambiente relajado para descansar. Alcanzar el mayor grado de descanso y relajación es un objetivo a tener en cuenta a la hora de plantear la decoración.

– Elegancia: Un dormitorio está compuesto por diversos elementos que, tanto en conjunto como de manera individual, son capaces de otorgar elegancia y exclusividad. Combinarlos de manera armoniosa será lo que consiga un resultado espectacular.